Con el paso del
tiempo el papel del cuidador quedó relevado a las clases bajas, mientras que la
medicina estaba reservada a las clases altas. Así, el cuidado de los enfermos
en la antigua Roma era realizado por esclavos o sirvientes y, a pesar de que
tanto hombres como mujeres realizaban estos cuidados, fueron también ellas las
que tenían más prestigio y reconocimiento con motivo de su dedicación y
participación en los cuidados del parto y del recién nacido.
La segunda etapa de la enfermería se inicia en el
siglo XIX con las reflexiones de los intelectuales sobre las tareas realizadas
por esas personas conocidas como cuidadores.
Así pues, empiezan a florecer las
enseñanzas teóricas de esta disciplina y se va produciendo de forma paulatina
una institucionalización como profesión.
A pesar de estos primeros manuales, el
primer referente que consiguió posicionar la enfermería como un oficio
imprescindible en la sociedad fue Florence Nightingale, una de las primeras
cuidadoras que escribió sobre su trabajo refiriéndose a él como “tareas de
enfermera” y, por ello, es considerada la madre de la enfermería moderna.
De
origen social elevado, sus creencias religiosas le llevaron a rechazar el papel
al que estaba destinado como mujer de clase alta y dedicarse al cuidado de los
soldados heridos. En 1860 instauró los cimientos de la enfermería profesional y
estableció una escuela propia de enfermería en Londres llamada Saint Thomas
Hospital que aun funciona en la actualidad.
Florence Nightingale
(Florencia nacio en 1820 - Londres, y muere 1910) a sus 90 años, Enfermera inglesa,
pionera de la enfermería profesional moderna. Hasta mediados del siglo XIX, la
atención a los enfermos en los hospitales de campaña era prácticamente
nula, y las condiciones de hacinamiento y la carencia de salubridad en los
mismos eran causa de gran número de defunciones.
La meritoria labor de Florence
Nightingale, considerada como la fundadora de los modernos cuerpos de
enfermeras, supuso una notable mejora en la organización de los hospitales.
En 1853 llegó a ser supervisora
de enfermeras de un hospital de caridad de Londres, en el que introdujo
eficientes innovaciones técnicas y de organización; con su trabajo empezó a
superarse el modelo asistencial tradicional, basado en los buenos sentimientos
y en el sectarismo religioso, y a sustituirse por una asistencia sanitaria
científica, la cual precisaba una rigurosa formación del personal de
enfermería.
En 1854-56 se hizo famosa
organizando un servicio de enfermeras para los soldados británicos de la Guerra
de Crimea: en el hospital de campaña de Usküdar o Escútari (Turquía) consiguió
mejoras sanitarias espectaculares, enfrentándose a los prejuicios de los médicos
militares y a la pobreza de medios con que el ejército solía tratar a los
soldados. Regularmente visitaba a los heridos durante la noche, lo que le valió
el sobrenombre de «la dama de la lámpara».
Desde 1861, sin embargo,
permaneció retirada por problemas de salud, consecuencia del esfuerzo
desplegado durante la Guerra de Crimea.
La
enfermería culminó con la creación de la Cruz Roja internacional. Su fundador
fue J. Henri Dunant. Deprimido al comprobar la falta de servicios médicos
reclutó a gente de la localidad para que proporcionara la ayuda o cuidados de
enfermería que le fuera posible. A continuación hizo un llamamiento a varios
gobiernos europeos para crear un organismo internacional que brindara ayuda
voluntaria de enfermería en los campos de batalla.
En
1862 publicó el famoso Recuerdos de Solferino, que contenía la idea embrionaria
para el nacimiento de la Cruz Roja.
Todos
los gobiernos acordaron honrar a las enfermeras de la Cruz Roja como no
combatientes y respetar sus hospitales y demás instalaciones.
Hacia los años cuarenta las enfermeras ya llevaban a cabo muchas más
tareas y procedimientos como resultado de la introducción de profundas
innovaciones en los cuidados de salud. Cada vez eran más las personas
ingresadas en los hospitales para someterse a nuevos tipos de pruebas, ya que
estas instituciones se habían convertidos en lugares seguros y eficaces.
En
Enfermería para el futuro, se realizaban más de cien tipos de prácticas
diferentes.